Segundo año que asisto al Bolivia Fashion Week, BFW, en la ciudad de Cochabamba y he de confesar que en esta ocasión tengo sentimientos encontrados respecto a lo que se vivió estos días de moda nacional e internacional. Hacemos hincapié en las propuestas de los diseñadores nacionales que lograron sobresalir y marcar presencia en una pasarela como esta, que tiene alcance internacional:
Carmen Camacho, AWAJ WARMI junto a sus tejedoras de sueños como ella misma las denomina; ya son 20 años de trayectoria en el mercado nacional, donde lo exclusivo, hecho a mano es lo que prima en cada una de las piezas de Carmen y su equipo, en esta versión nuevamente logró conectar nuestra cultura y costumbres a través de su colección donde predominan los tejidos andinos, larga vida a lo hecho a mano. Y si hablamos de comercio justo a lo que ahora se denomina "slow fashion", que no es otra que la creación de prendas dentro de mayor calidad y exclusividad generando consciencia en el consumo y en este caso demuestra que el contenido cultural es lo que diferencia a Carmen del resto. De Bolivia pal mundo:
Dentro de las presentaciones cabe rescatar el trabajo de ALMA, quien debutó con su primera colección denominada: “El Laberinto de la fauna”, marca que pretende rescatar la cultura boliviana y expresarla a través del arte; algo que aman este par de creativos (Ariel Canido, diseñador y Marco Arzabe, encargado de la Dirección de Arte).
A través de cada una de estas fotografías se puede apreciar prendas que llevan a modo altar especies en peligros de extinción dentro de la fauna boliviana, el jaguar por ejemplo y que quizás muchos de nosotros como bolivianos desconocemos el tema, es por eso que es importante destacar y mencionar que el diseño de modas es también un modo de protesta, de expresar ciertas situaciones que tienen como único fin: el de cuestionar al consumidor. Faldas, pantalones en lentejuelas, looks monocromáticos, bombers y básicas unisex-nos atrevemos a decir- representaron a nuestras especies como el bufeo y la sicurí.
Después del copie descubierto de Rosita Hurtado (VER ACÁ), nos quedamos con la colección “Love for Love”, por fIn alguien dentro del diseño nacional se animó a incluir traje de dos piezas pero para novias, para esas que aún creemos en amores libres sin importar cual fuere nuestra preferencia sexual y/o al menos eso fue lo que captamos nosotras, solo nos queda decir: ¡BRAVO! porque a esto le llamamos inclusión, mi amor.
Aquellos que asistimos como medios de información para el público lector que sigue este tipo de plataformas, quizás porque no tiene la posibilidad de asistir a este tipo de eventos, es importante informarles y transmitir las experiencias recolectadas y por supuesto que existen puntos que al paso del tiempo se deben corregir y es de estas mismas críticas que se obtienen mejores resultados. Como sabemos, el BFW es cultura, turismo, diseño, incentivando el consumo a lo nuestro y no podemos dejar de obviar y mencionar ciertos temas en concreto respecto al BFW, como por ejemplo: ORGANIZACIÓN, sabemos que para nosotros los bolivianos, la puntualidad no es nuestro fuerte, pero no está demás seguir trabajando en ello, y dejar de lado esa mala costumbre y falta de respeto hacia los asistentes que cumplen con el horario pactado en invitación ( y más aún a los que pagan por el ingreso) con una espera que supera la hora y media. Al menos para nosotras, no es nada grato, ¿Qué dice el público?
Si bien es cierto, existieron acreditaciones para quienes asistimos como bloggers y/o prensa, personalmente no puedo quejarme porque recibí un buen trato por parte del equipo de protocolo, pero fui testigo de malos tratos por parte de una de las cabezas del evento hacia los invitados que se tomaron la delicadeza de pagar una entrada para incentivar y apoyar a nuestros diseñadores, pero este tipo de actitudes las consideramos reprochables, inaceptables que no deberían repetirse en lo más mínimo.
Si bien es cierto, existieron acreditaciones para quienes asistimos como bloggers y/o prensa, personalmente no puedo quejarme porque recibí un buen trato por parte del equipo de protocolo, pero fui testigo de malos tratos por parte de una de las cabezas del evento hacia los invitados que se tomaron la delicadeza de pagar una entrada para incentivar y apoyar a nuestros diseñadores, pero este tipo de actitudes las consideramos reprochables, inaceptables que no deberían repetirse en lo más mínimo.
En la versión pasada ya habíamos comentado sobre la cantidad excesiva de cuadros con desfiles de niños y niñas; nos parece una sobre exposición en una industria que es muy competitiva y hostil, y no podemos dejar de lado el desfile de perros - que no sé para ustedes - pero para nosotras es maltrato animal (porque están sometidos a estrés por el ruido y luces).
Nos atrevemos a escribir esto porque creemos en un evento como este y es importante informarse y entender que el diseño de modas en nuestro país debe dejar de ser un show de espectáculo, hecho para ser difundido en revistas de sociales, periódicos con los mejores vestidos o no, porque debe ser visto como lo que es, y este abarca temas desde un punto de vista cultural, social, identidad, turístico, educación pero sobre todo económico y todo lo que esto conlleva, como ser: divisas o fuentes de trabajo, porque gracias a un evento como el BFW, Bolivia se encuentra en la mira de la comunidad internacional y quizás en un futuro se torne un referente en diseño.
Redacción: Alejandra Crespo (bloguera) y Claudia Sánchez .