¡Qué bolá asere!

10:23



Hace un año confesaba mi amor por Cuba y lo que nos esperaba con Chanel este 2016 y ayer fue el día esperado por muchos. Propios y extraños con invitación en mano y bajo etiqueta de "smart casual" se montaron a un avión para llegar a la majestuosa y cálida Habana, capital de la República de Cuba; entre ellos se encontraban Vanesa Paradis, Tilda Swinton, Vin Disiel, la hermosa brasilera Gisele Bündchen, entre otros. 


La inconfundible Suzy Menkes.

En ese mismo post,  les comentaba que este desfile sería histórico no solo para la casa de moda, sino también para un país que actualmente se encuentra abriendo de a poquito sus puertas al mundo entero, un desfile del cual estuvo atento no solo conocedores de moda, sobre todo, por como se desarrollaría tal actividad en medio de tanto caos político en el que se vive en ese país, un día para poner el ojo turístico a esta preciosa isla que todos quieren visitar. 
Y fue así que Cuba se vistió de Chanel al menos por un día, con un Karl de 82 años aterrizando a la Habana el domingo, para inaugurar el lunes 1 de mayo la exposición de 200 fotografías sobre moda, arquitectura y paisaje: "Obra en proceso" que estará hasta el 12 de mayo en la Factoría Habana, siendo de acceso libre. Y, para lograr hacer del Paseo del Prado (1772) una pasarela que se infundiría de colores vibrantes, y vaya sea de paso: la famosa avenida no sufrió cambio alguno para tal desfile llevado a cabo el día de ayer, cuando caía el ocaso. 
Ahora muchos pueden comentar que este tipo de desfile en un país como Cuba, donde por políticas de gobierno antiimperialistas: esto no es mas que pura hipocresía, y que, en su gran mayoría los habitantes no pudieron acceder ni siquiera al desfile. En opinión propia, no lo veo de otra forma: que no sea la de generar mas turismo del que ya tienen. Políticas de gobierno, también. 
 Lo que si quedó claro para todo el mundo, que la moda se impuso y causó una revolución mas:
 A primera vista,  la marca se influenció en los coches clásicos que desfilan a diario a turistas por las calles de la vieja Habana, lo tropical de esta isla, la explosión de colores en sus prendas, hasta participó el clásico sombrero panameño y habano cubano en mano, boinas que nos llevan a la revolución del 59, las famosas guayaberas; como cubanos creo que fue imposible no identificarse a través de la colección. 
Me lo pongo todito. Amé.

Las básicas  que seguro serán el objeto del deseo. 


Y ahí estaba Karl de chaqueta Saint Laurent dando de que hablar una vez mas. Luego de casi 20 minutos de pasarela, se finalizaba el desfile al son de conga, baile popular cubano de origen africano. 
Lo mas auténtico de la Habana, plasmado en una foto para el recuerdo. Cuba no será la misma después de este desfile.
Moraleja: Moda, una manera de fomentar turismo también.
Besos y mucha luz.
Clau.

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